RudyG
El Gato que era maestro
Había una vez un Maestro qué halló un gato en los callejones de Denver. Como al Maestro le encantaba mucho a los gatos, lo llevó a su casa y allí vivían, alegres y en paz.
El gato dijo que él se llamaba LC, y por muchos años el Maestro creía que eran las iniciales en inglés para Little Cat.
Durante esos años, los dos jugaron casi cada día. LC le enseño que era un buen ratero y nunca dejaba que los ratones se metieron en la casa. También le gustaba persiguír los pajaros, pero en todo ese tiempo, nomás pescó uno.
En una manera, LC era un gato especiál. No era morado como Barney, era de color gris con patitas blancas, como si nunca se quitaba sus calcetines. Ni era grandote como Clifford, pero más grande que un gatito.
Entonces, ¿como era especiál? Pues, LC enseño al Maestro como chiflar para llamar lo, y el Maestro nomás tenía que abrir la puerta y chiflar, luego el gato se arrancó con el Maestro. Era una cosa muy chistosa para ver, porque para mucha gente, solo los perros daron caso a sus chifles.
Ya después de más de diez años, el LC se cambió. Ya no persiguía los pajaros, tampoco los ratones. Se hizo como una tortuga qué no pudía correr. Estaba enfermo. Los veterinarios dijeron al Maestro que LC no iba seguir viviendo, que su cuerpo ya ha gastado la vida.
Por muchas noches el Maestro se levantaba de cama cada vez que LC lloró en una voz muy dolorosa y pesada. Pero el Maestro no pudía hacer nada. LC ya no comía, ya no tenía ganas de hacer nada.
El Maestro ya mero se hizo triste. A veces se sentía de llorar, como sabía que su tiempo con el gato iba terminar.
LC sí le dijo que estaba muy cansado, y el Maestro respondió que ya se pudía nomás cansarse. LC le dijo que le dolía un poco la panza, y el Maestro le dijo que no se preocupaba porque el Maestro tenía muchas piloras para el dolor.
Al fin de cuantos días cuando LC solamente se dormía, una mañana no se despiertó. El Maestro, que era muy inteligente y educado, creyó que se murió LC.
Pero el gato brincó como un sapo y dijo al Maestro, --No te preocupes, Maestro, pero tu no sabes todo. Los gatos no se mueran. Lo que es mí, el espiritu de un gato, nunca termina. Un día, mis pelos grises van a almuerzar a tus flores. Mis huesos se van hacer parte de los nopales en tu jardín. Mis calcetines blancos regreserán una noche como nieve que refresca el zacate, para que sigué creciendo. Y mis ojos y orejas van a cambiarsen y salgan en forma de nuevos pajaritos. Cada vez que chifles te voy a oír.--
Y con eso, el Maestro entendió que el gato era un maestro mejor que él. Entendió que "LC" no eran las letras para "Little Cat". Eran las iniciales para Los Corazones.
© Rudy Ch. Garcia
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