Thursday, June 14, 2012

Descanso literario



Un libro de memorias es siempre el producto de una ardua negociación interna: cuánto revelar sin decirlo todo, qué fragmentos del pasado merecen ser recuperados, y por qué los privilegia la memoria.



En "Descanso for My Father", Harrison Candelaria Fletcher enfoca sus memorias en el pasado familiar, recuperado a partir de fragmentos de una infancia marcada por la ausencia del padre.

Su padre falleció cuando Fletcher tenía apenas dos años.

Angustiada por la pérdida, y siguiendo el consejo de un psicólogo infantil, su madre empacó todo recuerdo de su esposo en cajas de cartón que guardó en el armario del pasillo y cerró la puerta.

Para Fletcher, su padre quedó convertido en un enigma, un recuerdo de segunda mano al que llamaría "el hombre en el cajón".

"Durante la mayor parte de mi vida, mi padre fue solo esto para mí: un retrato canoso, un cenicero sin lustre, una espada rota, un embrollo de anécdotas que mi madre nos contaba a los cinco críos", escribe.

Mediante la escritura, Fletcher logra transformar el recuerdo de su padre en un rompecabezas que le tomaría cuatro décadas armar, solo para descubrir que siempre le faltarían piezas para completarlo.

DESCANSOS.

La estructura del libro, como la del recuerdo, es fragmentaria, donde tanto significa el objeto recobrado por la memoria como el espacio en blanco que le sigue.

"Descanso", según explica, proviene de la tradición de marcar el lugar donde ha fallecido una persona con una cruz, flores u otros objetos significativos.

Según Fletcher, la tradición se remonta a la época colonial española y, aunque predomina en el suroeste, sobretodo en su Nuevo México natal, hoy día puede encontrarse por todo el país.

"Los descansos son espacios para los vivos", dijo.

"En los descansos hay color, no son sobrios como los cementerios", añadió.

Estos espacios, explica, invitan a la reflexión marcando una ausencia.

Esta ausencia se manifiesta en la escritura mediante los espacios en blanco que separan los recuerdos y funcionan como pausas breves en la narración.

Según Fletcher, el espacio negativo en la escritura está vinculado al proceso de duelo; es una ausencia que, como la muerte de un ser querido, señala también presencia.

En su caso, explica, el espacio negativo está relacionado al recuerdo transmitido por vía oral.

"Así es que hablamos en mi familia", afirma. "Con muchas pausas y silencios".

Fletcher confiesa que le tomó muchos años escribir el texto como aparece publicado ya que no se trata de una escritura o estructura convencional.

"Tuve que reescribirlo varias veces para acercarme a ese estilo familiar", dijo.

Es un estilo que funciona a muchos niveles, otorgándole a la narración un carácter íntimo y un significado poético.

Como en un altar de ofrenda, en el texto todo aporta significado: tanto las palabras, las fotografías de artefactos y retratos de familia intercalados, como los espacios en blanco.

IDENTIDADES.

Fletcher se formó como periodista, profesión a la cual le debe la atención al detalle y el carácter conciso de su prosa.

En una de las viñetas el autor recuerda haber asistido a un congreso de periodistas hispanos en busca de oportunidades profesionales.

En vista de las pocas entrevistas que logra concertar durante el evento, se le ocurre que quizás tenga que ver con la identidad que proyecta.

"Después de varias horas en la feria de empleo, con pocas entrevistas y aun menos probabilidades, me meto al baño de caballeros, le doy la vuelta a la chapa de identificación y escribo el apellido de mi madre, Candelaria", escribe.

"De vuelta al salón principal, los reclutadores sonríen, las manos se extiendedn, las citas se concertan.  Traspaso paredes".

Le pregunto a Fletcher si es verídica la anécdota.

"Tal y como la escribí", responde.

Ha pasado mucho desde aquel congreso de periodistas, sin embargo, el nombre se ha quedado.

Entre Harrison y Fletcher, aparece "Candelaria", como monumento a su herencia materna.

A pesar del retrato de su padre en la portada del libro y el título que le dedica las memorias, resulta evidente que la figura materna domina el relato.

"Es que mi madre es la figura central de mi infancia", concuerda Fletcher.

El personaje de la madre, a pesar de la pena, es un personaje lleno de color y de vida.

La muerte de su esposo le da la oportunidad de dar rienda suelta a su creatividad y, eventualmente, a definirse como artista.

Aunque, según Fletcher, a su madre siempre le había gustado coleccionar objetos, tras la muerte de su esposo, esta práctica se convierte en una obsesión y la casa pronto se ve abarrotada de artefactos encontrados.

Esos objetos, aunados a las pocas pertenencias de su padre, forjan las ofrendas que Fletcher ha arreglado sobre el altar de su libro.

"Descanso" es un libro que deleita tanto en la forma como en el contenido, una invitación poética a  reflexionar sobre la identidad, tanto familiar como cultural, y los elementos que la conforman.

(DESCANSO FOR MY FATHER. Harrison Candelaria Fletcher. University of Nebraska.  147 páginas).


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