La escritora puertorriqueña Judith Ortiz Cofer dedica su
obra reciente a la literatura infantil, con tres nuevos libros que celebran los
ritmos, paisajes y leyendas de su isla.
La infancia y adolescencia de Ortiz Cofer transcurrieron entre Puerto Rico y Estados Unidos, y ese vivir entre culturas ha sido uno de los temas recurrentes en su obra.
Ortiz Cofer nació y pasó sus primeros años en el pueblo de
Hormigueros en Puerto Rico. Su padre servía para la marina de EE.UU, lo cual conllevó a
que la familia se trasladara a Paterson, Nueva Jersey, lo que fue un gran reto
cultural para la niña que había cursado sus primeros años de escuela en la
isla. Pero cada vez que su padre tenía que ausentarse durante un
larga temporada, la joven regresaba a Hormigueros donde su abuela le contaba
los cuentos que despertarían en ella su pasión por la escritura.
Aunque Ortiz Cofer ha publicado libros de poesía, ensayo,
memorias y cuentos donde explora su identidad bicultural, la mayor parte de su
obra ha estado dirigida a lectores adultos y jóvenes.
Su producción reciente, sin embargo, se enfoca en la
literatura para primeros lectores, con tres títulos que celebran su herencia
latina.
En el libro ilustrado ¡A bailar!, Ortiz Cofer celebra los
ritmos de su tierra trasladados al barrio donde vive la pequeña Marita. Su papi
toca el trombón y ese día va a tocar en el parque.
Marita y su mami se preparan para la ocasión, practicando
los pasos de salsa al compás de las cucharas y la escoba mientras limpian la
casa. Cuando terminan, las dos se visten de rojo para ir al parque
y al pasar por las calles del barrio, van animando a vecinos y amigos a que las
acompañen. El recorrido pronto se convierte en una alegre comparsa que
celebra los ritmos, colores, aromas y sabores de la isla en ese rincón latino
de la ciudad. Escrito en inglés pero bien condimentado con el español, el
cuento expresa líricamente el orgullo que la familia siente por su herencia y
cómo es posible preservarlo y celebrarlo donde quiera que uno esté.
Su más reciente libro se titula "The Poet
Upstairs" y se inspira en el personaje de la poeta puertorriqueña Julia de
Burgos (1914-1953) y su famoso poema "Río Grande de Loíza".
Juliana está enfermita y no puede asistir a la escuela, pero
desde su ventana puede ver todo lo que sucede durante esa aburrida mañana de
calenturas. De momento ve a una misteriosa mujer cargada de libros y
papeles y se pregunta quién será la nueva vecina. Su mami le explica que es una poeta famosa, de la isla, que
está escribiendo un libro así que no hay que molestarla. Juliana escucha el sonido de la maquinilla y en su mente se
le aparecen las imágenes de los poemas que intuye que la poeta está
escribiendo. Un día, la poeta la invita a su apartamento y juntas
escriben un poema y comparten el secreto de la poesía, de pintar paisajes con
palabra. También publicado por el sello Piñata de la editorial Arte
Público de Houston, el libro está exquisitamente ilustrado por el puertorriqueño
Oscar Ortiz en un estilo que imita la obra de arte textil.
Por otra parte, "La fiesta de los animales" es una
selección de fábulas de origen latino para lectores independientes. Escrito en formato bilingüe, esta breve colección incluye
lecciones de amistad y valentía con simpáticos personajes animales que
divertirán a los chicos y les ayudarán a refinar su vocabulario en ambos
idiomas.
(¡A BAILAR! LET'S DANCE; THE POET UPSTAIRS; LA FIESTA DE LOS
ANIMALES. Judith Ortiz Cofer. Sello Piñata, Editorial Arte Público).
The Things I have learned in Life and that I never told you: In 1990 a budding Puerto Rican novelist was working as an Instructor at the University of Georgia. I was Chair and Professor at Western Kentucky. I invited her to speak on campus and to read from her novel. What I never told her and I am divulging today to you is that I paid for her plane ticket, her meals, her reception and her honoraria from my own pocket because the university did not know who she was and was not willing to invite her but they played along pretending that they had paid. That writer is now a full professor of Creative Writing. When no one would publish a review of Triple Crown, I did. It would be nice if she said Thank you! But, I am at peace because a greater good was accomplished for the benefit of those students whom she teaches today who have a Puerto Rican role model. I tell this story now because I am very tired of being misunderstood and maligned for having human kindness.
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