Escritores en las escuelas

Recién terminó mi residencia de seis semanas en una escuela primaria de Denver como escritora invitada.  Trabajé con niños de 1ro y 2do grado en actividades de escritura creativa, lo cual resultó ser una de las experiencias más gratas y conmovedoras que he tenido en mucho tiempo.

Por lo general, el trabajo de escritura creativa con estudiantes de primaria se enfoca en la poesía, género que los pequeños suelen manejar con una naturalidad impresionante, cualidad que a los pocos años, y sin explicación alguna, se desvanece sin dejar huella.  ¿Será la brevedad del vocabulario o de las experiencias lo cual les acerca a esta tierna edad al ideal de la concisión? ¿El ignorar tradiciones o convenciones? ¿O el no haber desarrollado aun ese miedo al juicio ajeno sobre la escritura?

En el trabajo de cada uno brilla la palabra como si hubiera sido pronunciada por primera vez. Esto ocurre a diario y sin revuelo. Aun en los rincones más inesperados...

Una compañera del programa de escritores en las escuelas (WITS, por sus siglas en inglés) la poeta María Meléndez, tiene como lema lo siguiente: "Espera magia de todos". Y sin falta, la magia se cumple.

Los escritos de los chicos, siempre ilustrados, iluminan los grandes temas: el calor familiar, la magia de un día de juego, la alegría de tener un amigo especial con quien compartir...

El tiempo se nos escapa. El suyo. El nuestro... Me doy la vuelta y es hora de irme.

Los chicos se despiden con abrazos y mensajes de agradecimiento por todo lo que aprendieron, pero yo me voy con la certeza de que quien más aprendió fui yo.

Una vez de regreso a mis estudiantes universitarios, tan serios, tan enfocados, tan tacaños con las palabras --¡a pesar de tener tantas!-- me sorprendo extrañando el bullicio de los pequeños, sus imágenes crujientes, coloridas y olorosas a palomitas de maíz, y el abrazo de los cuarenta brazos...

De repente, un estudiante me interrumpe violentamente el recuerdo y pregunta con urgencia si esto también saldrá en el examen...

¿Cómo llegamos de allá a acá?

O mejor aun, ¿cómo regresamos?