El escritor y fotógrafo nuevomexicano Don J. Usner recoge
dichos y refranes de herencia española en la región del valle de Chimayó en un
libro donde se mezclan memorias con la geografía cultural de un lugar casi
mítico. "Chasing Dichos through Chimayó" es singular en el
modo en que teje etnografía, memorias y fotografía al documentar la sabiduría
popular que conservan los mayores del lugar.
El libro nació de una serie de viajes que el autor realizó
junto a su madre a esta región de Nuevo México que había conocido de pequeño,
donde residía su familia materna. Del propósito inicial de recoger los dichos de la zona y
tomar algunas fotos que demostraran el significado de los mismos, se fue
elaborando una narrativa mucho más personal en la cual Usner recupera un
aspecto importante de su identidad. A lo largo del libro, el autor reflexiona sobre cómo estos
dichos y el lugar donde aun se escuchan forman parte de su historia y se
pregunta por qué fueron menospreciados durante sus años de formación.
Conocido internacionalmente por su santuario y los miles de
peregrinos que allí acuden anualmente, Chimayó es una región pobre en bienes
pero rica en cultura. Desafortunadamente, también se le conoce por una alta
incidencia de crimen relacionado a las drogas.
Usner cuenta que su madre, oriunda del valle de Chimayó,
buscó nuevos horizontes al casarse y situarse fuera de la comunidad.Fue así que el autor y sus hermanos crecieron en la estéril
ciudad de Los Álamos donde su padre trabajaba y donde pocas familias se
extendían más allá de la familia inmediata. Su entorno lo animaba sutilmente a valorar más la modernidad
de Los Álamos y las puertas que ese entorno le abriría en el futuro que la
sencilla herencia cultural del valle.
Las visitas a familiares en el valle contrastaban
drásticamente con el individualismo y la organización que regían su vida diaria
en la "Ciudad Atómica".
En Chimayó, los antepasados, el compadrazgo, la fe y las
tradiciones unen a sus residentes como si fueran una gran familia, lo cual a
menudo, insiste, es el caso. Cuando comenzó su investigación, Usner recuerda haberse arriesgado
tímidamente a explorar partes del valle más allá del entorno familiar. Fue así que comprendió el valor de ubicarse genealógicamente
en el terreno, presentándose como el hijo de una mujer local, por nombre y
apellido. A menudo descubría lazos familiares que le unían a
la persona que acababa de conocer. Y se preguntaba cómo había aprendido a menospreciar esta
parte importante de su identidad.
Como en muchas familias de herencia hispana de la época, los
padres del autor le exigían a sus hijos que hablaran solamente en inglés. Aunque en la escuela les enseñaban sobre algunas tradiciones
hispanas, como la quinceañera y los festejos del Día de los Muertos, éstas le
resultaban tan extrañas como si hubieran sido de una herencia cultural completamente
diferente. El autor recuerda que en una clase de español, la maestra
los recibió con el saludo, "Hola, ¿qué tal?", una frase que nunca
antes había escuchado. En Chimayó, escribe, el saludo habitual entre los mayores
era "Buenas tardes le dé Dios", muestra de formalidad, respeto y fe.
Entre recuerdos y reflexiones, Usner intercala más de 300
dichos de origen español recogidos en Chimayó. La labor de recopilación la había iniciado la madre del
autor, como un proyecto personal, que su hijo continuaría años más tarde con
rigor etnográfico. El autor recuerda cómo su abuela le repetía los dichos
intentando inculcarle alguna enseñanza moral heredada de sus antepasados. Aunque quizás sin éxito, la repetición de los dichos
despertaron en él una curiosidad en cuanto al valor metafórico de las
expresiones y el vacío que llenan lingüística, cultural y socialmente.
Pertenecientes a la tradición oral, los dichos viven en
variantes, por lo cual su esencia resultará conocida para los lectores
hispanohablantes. Llama la atención, sin embargo, el español arcaizante en
algunos y los términos regionales en otros, al igual que algunas variaciones
interpretativas.
Entre ellos cita: "Afeita un sapo, parecerá
mancebo", "Entre menos burros, más elotes", "Si no hubiera
malos gustos, pobrecitas de las feas".
Los dichos están organizados temáticamente después de cada
capítulo en el que se destaca una historia relacionada. También se intercalan fotografías de lugares y personajes
del valle haciendo del libro una suerte de álbum familiar. El mayor logro de este inusual volumen está en haber
equilibrado la labor de documentación etnográfica con la reflexión personal.
(CHASING DICHOS THROUGH CHIMAYÓ. Don J. Usner. University of New Mexico Press. 232 páginas).
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¡Feliz cumpleaños #162, José Martí!
(28 de enero de 1853 - 19 de mayo de 1895)
A perhaps pedantic note: the correct dicho es "entre menos burros, mas olotes." This is because the "elote" is the mazorca con granos y el "olote" is what is left after el desgranado. And the burros are surely not going to get the good stuff. (Some good people actually explain this in Wikipedia!)
ReplyDeleteAlso, hay que remember that las feas también tienen su corazoncito.
Thank you! The "dichos" (like the "romances" or ballads) belong to the oral tradition, so variation is the norm... Part of the fun of reading those collected in Chimayó was to notice the different words and images used to convey the same message. A delightful read!
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