Monday, April 03, 2017

Entrevista a Miguel López Lemus



Entrevista a Miguel López Lemus por Xánath Caraza

Miguel Lopez Lemus
¿Quién es Miguel López Lemus?

Soy artista. El arte es el elemento más importante de mi vida, me mueve, me excita. Definitivamente soy el resultado de innumerables influencias. Mantengo una mente abierta y crítica en cuanto a mi obra y la de los demás; esto se refleja en toda mi obra con cambios profundos en medio de la ejecución, la reacción a los sentimientos es fundamental en mi personalidad y trabajo artístico, por lo tanto, no puedo quedarme definido por tendencias o etiquetas, se puede decir que yo y mi obra somos dialécticos.



¿Quiénes guían tus primeras lecturas y te llevan al arte?

Aprendí a leer a los tres años y desde entonces nunca he dejado de leer. Leí, a temprana edad, libros que eran totalmente inapropiados para mí, más los adultos los dejaban abandonados por todos lados y yo, con mi afán de conocimiento, he leído todo lo que cae en mis manos, mi biblioteca tiene cientos de libros y los he leído todos; algunos dos o tres veces.

Imposible no reconocer a mis maestros quienes me regalaban libros que ningún otro niño de mi edad leería. Una maestra dedicó su tiempo a enseñarme a escribir bien: “desde un principio, si está bien escrito, no hay que corregir.”

La otra gran maestra fue Victoria García, artista y escultora y primera esposa del escultor llamado Sebastián. Ella es la influencia más grande en el arte; pasaba horas en su casa en la colonia San Miguel Chapultepec, en sus reuniones con amigos escultores, pintores y poetas. Lástima que no se puede encontrar ni rasgo de su existencia. En México no hay record de su obra, ni en los museos donde hizo exhibiciones, ni en las instituciones culturales. Nada. Parece que alguien quiso borrar su influencia y su obra.



La colonia Roma-Hipódromo-Condesa en el D.F. en México es una de las influencias literarias más importantes. Rodeado de arte y cultura, de libros, música, poesía, teatro y el bullente medio ambiente de los intelectuales inmigrados de Europa a esta colonia.

Mi padre, fotógrafo pintor; mi madre, modista, repostera, y mis hermanos son los pilares de mi obra. Crecí en el estudio de iluminación al óleo más importante de México en los años 60s. Mi padre, pintor, aprende la iluminación de la esposa de su maestro: Luis Magos Anaya quien fue un gran pintor mexicano. En Óleo Foto aprendí la fotografía profesional; la iluminación de fotografías a mano al óleo. Soy fotógrafo, siempre lo he sido y continúo experimentando con la fotografía análoga y digital. 


¿Cómo comienza el quehacer artístico para ti?

En segundo año de primaria gané un concurso de poesía del día de las madres. Como preparación para aprender la prosa me paso días enteros, semanas, leyendo todos los libros de poesía accesibles en la biblioteca pública del Parque México. Practico incansablemente escribir poesía, con una curiosidad de saber por qué y cómo. Me doy cuenta de que en este medio es más fácil la expresión que en prosa. Como resultado me transformo en el poeta oficial de la escuela, escribiendo poemas para todos los eventos: día de la bandera, día del maestro, día del padre; además de que saber leer me permite el lujo de la expresión oral.

Mis lecturas tempranas ya me han puesto en contacto con la filosofía y sus deleites; empiezo a desarrollar una fuerte atracción hacia el oriente. En tercer año de primaria, la maestra es una intelectual que ha viajado a India y Etiopía y que también era andinista. Con ella tenemos largas conversaciones durante el recreo y después de clase acerca de la filosofía oriental; me presta y me regala libros de yoga, pensamiento místico y es la primera en llamarme “lobo estepario.” 


Mi carácter es altamente atlético y en segundo paso a formar parte de la selección de natación. Llego a ser el capitán del equipo de básquetbol, natación y futbol. Más tarde abandonaré casi todos los deportes debido a la mentalidad de los participantes y su “afición;” excepto por la natación. En un futuro llego a ser parte de la selección olímpica en nado de larga distancia.

¿Qué tiene esto que ver con el arte? La dirección de la ideología a una independencia de pensamiento en lo que respecta a la literatura y el arte. Mantener una mente abierta, no dejarme influenciar por tendencias o grupos; seguir mi propia idea.

Empiezo a escribir poemas para las novias de mis amigos, los cuales vendo por tres pesos. Escribirlos me es fácil pues conozco a la mayoría de las jóvenes y muchas de ellas me gustan. Más tarde se dan cuenta de que fui yo quien les escribió sus poemas y se les abre la curiosidad.


¿Tienes poemas favoritos de otros autores? ¿Pudieras compartir alguna estrofa y compartir un poco de tu reflexión hacia ésta? o ¿Piezas de arte favoritas?

Crecí escuchando a Octavio Paz, Salvador Novo y grandes maestras del teatro interpretando poesía. Paz no me gustaba. La primera vez que leí a Neruda, tampoco me gustó. Los poetas ingleses, rusos, italianos y franceses llenan mi mente de niño; se enredan con Machado, Lorca, Benedetti y Alfonsina Storni. Gorostiza, Pellicer, Nervo. En ese tiempo leer poesía era escuchar a Manuel Bernal en la radio y copiar su voz y ejecución. Me doy cuenta de que es bueno, pero fingido y cursi. Ya mis maestras me habían dicho lee de forma natural, como si estuvieses conversando. No puede quedar a un lado la poesía erótica oriental; encontramos varios volúmenes en la “librerías de usado” y pasábamos tardes completas leyendo a todos revueltos.


Empezamos a hacer teatro a los doce y formamos un grupo de improvisación llamado “los orates”.   He aquí la influencia de la literatura escénica y su interpretación que me habrá de seguir toda la vida. Desde Ibsen y Sakespeare hasta Carballido y Basurto, el teatro me transforma; escribo para teatro y todo lo que escribo se pone en escena.

Amo la poesía, las palabras. Es imposible para mí decir este o aquel poema es mi favorito porque ¿dónde pongo a Silvia Plath? ¿cómo la comparo con Luis de Góngora? Si digo Verne o Dostoievski, estoy hablando de amigos, compañeros de mi vida, confidentes y amantes.

Por otro lado. Miremos a Remedios Varo en compañía de Leonardo, Posada y Miguel Angel; van de la mano de Picasso, Buonarroti, Victoria García y Gregorio López Colunga; mi hermano Eduardo, El Greco y mi amado Modigliani.

No me pregunten quién es mi favorito. En el amor verdadero no hay favoritos.

Finalmente, la música clásica es otra de mis grandes amantes. Una vez le preguntaron a mi hija en la escuela ¿Qué hace tu padre? y ella respondió: “He loves classical music.”



¿Cómo es un día de creación para ti?

Cada día me levanto a las cinco de la mañana. Hago arte en cualquier lado, con cualquier cosa. Mi maestra de literatura me enseñó que se puede escribir de todo, todo; lo que me presenta con una temática infinita tanto para le escritura como para las artes visuales.

Mi cuarto obscuro, durante años, estuvo en mi closet junto con mis pantalones y camisas. Tener un estudio es bello, pero nunca ha sido fundamental, para la creación un simple lápiz número 2 es la herramienta básica del escritor o dibujante.

Paso de una forma artística a otra sin pensarlo; escribo o hago escultura tallada en madera de la misma manera en que trabajo la piedra, el metal o el teatro. Diseño escenografías y trabajo con alambre y papel mache.

Escribo a diario. Hace tiempo esperaba la inspiración, más me di cuenta de que esta llegaba con corazones rotos, con angustias, tristezas o algarabía y fuego. Pensé, entonces, que mi trabajo estaba limitado a sentimientos fuertes, dejando a un lado la posibilidad de expresión todo el tiempo. Ahora escribo todo el tiempo, sin esperar la inspiración. Si estoy alegre: escribo. Si estoy triste: escribo. Si no siento nada, escribo. Esto ha traído un gran balance no solo en la expresión sino que en la ejecución literaria.



¿Cuándo sabes que un texto o pieza está listo para que la vea el mundo? ¿Cómo has madurado como artista?

En la escritura nunca corrijo. Nunca. Creo que la primera expresión es la correcta; ese instante que nunca se repite. Sin no me gusta, no corrijo, escribo más y más. Escribo siguiendo un sentimiento, no una idea; sé que necesito decir algo y lo digo sin pensar en una audiencia, no escribo para satisfacer a nadie; solo como una respuesta a la necesidad de expresión.

Me pregunta Xánath: ¿Cuándo sabes que algo está terminado? El arte es como un suspiro; se inicia desde un pensamiento, el sentimiento es una reacción que se transforma en un inhalar y exhalar que nos toca el corazón; después nos queda la idea completa y compleja sin que nada le falte ya.

En el arte visual la lucha es la misma, la búsqueda por la expresión; solo que ahora tenemos piedra, madera, papel, brochas, cinceles, fierros y pintura para decir lo que nos quema.

Si de un sentimiento ya se dijo lo absolutamente necesario, llevarlo más allá sería forzar el material más allá de su punto de ruptura. Ese es el momento preciso para detenerse.



¿Qué tanto hay de México en lo que escribes/en tu arte?

Soy un artista mexicano. Todo mi arte refleja esto.
Arte es arte. Las influencias étnicas no deben definir quiénes somos, sino enriquecer la expresión de la experiencia de toda una vida.

Por qué no pinto catrinas. La catrina es la obra de un artista mexicano llamado José Guadalupe Posada. Yo soy un fiel creyente de que el fusil, en el arte, no se permite. Esa fue su expresión. Yo necesito encontrar mi propia expresión sin robar las ideas de otros. Ese es y ha sido el desafío; cuestionar el aztequismo, el nacionalismo y hasta donde nos podemos permitir pintar motivos prehispánicos o populares en la plástica o en la literatura para justificar nuestro mexicanismo.

Si es arte, es arte. El arte mexicano es: arte hecho por artistas mexicanos, sin que este tenga que reflejar o satisfacer a un público que espera plumas y regionalismos.

La cultura mexicana es una amalgama de influencias. Imposible definirla con una sola rama o influencia étnica.



¿Cuál piensas que es tu papel como promotor cultural?

El arte es subversivo ya por su naturaleza misma. No creo que el artista tenga que hacer trabajo político o social o que esta sea su responsabilidad. Si el artista siente que debe decir algo acerca del mundo que lo rodea; entonces puede, si quiere, utilizar su obra para hacerlo. Creo que el artista debe ser tan consciente, como cualquier otro humano, y tiene las mismas responsabilidades de involucramiento social y político que cualquier otro; mas, también creo que su responsabilidad no debe dictar su obra.

Mi trabajo artístico es egocéntrico, egoísta y ególatra. Es mi punto de vista y ya.

Por otro lado, mi trabajo en el Teatro es de compromiso, aquí mi ego no tiene la menor importancia, ya que su función es la de comunicación con las masas, la de llevar un mensaje directo y de influenciar el pensamiento de la audiencia. Este es y ha sido mi compromiso con la sociedad, allí es donde trato de comunicar no solo mis ideas artísticas, sino más bien, mi punto de vista social.



¿En qué proyectos estás trabajando ahora?

Tengo grandes proyectos en mente. Escultura, fotografía, grabado, teatro. Voy a continuar sin saber qué hacer y así me gusta. Sé que tengo que hacer arte, eso es todo. Continuaré creando en colaboración con otros artistas y tengo varias cosas en mente.

La editorial Pandora Lobo Estepario Productions Press sigue adelante con el apoyo de aquellos artistas que nos permiten publicar su obra. Viene el libro de Viva Flores: Coatlicue Girl y estamos leyendo otros autores para publicar en un futuro. Creo que nuestra contribución a la literatura universal es de vital importancia.
En un futuro se expande el Chicago Atelier a Oaxaca con un estudio y galería de grabado, escultura y fotografía.



¿Qué consejos tienes para otros escritores/ artistas que comienzan?

Creo que la integridad de la expresión artística es fundamental. El robo de ideas, el plagio de temas y obra de otros artistas, es inaceptable. Los artistas jóvenes deben encontrar su propio camino, único, original. La originalidad no viene de una búsqueda externa, viene de la comprensión de uno mismo y el atrevimiento y capacidad para expresar esa individualidad.
Hay quienes creen que no nos damos cuenta de que se fusilaron a otro artista, otra obra y la adaptaron haciéndola pasar por original, que para quienes no saben les parece una maravilla de creación. Hay artistas, críticos, curadores y educadores que han forjado sus carreras de éxito en el fusil en hacer cosas que otros ya han hecho.

Educación: Soy fiel creyente en la educación. Entre más conoces tu capacidad de expresión y el horizonte de tu creatividad se incrementa.  La preparación clásica es importante y fundamental. El tener bases sólidas con una educación excelente en lo que se refiere a literatura o artes visuales es insustituible por simple creatividad.
La única forma de aprender a hacer arte es haciendo arte. Si te la pasas pensando en escribir, en qué escribir o qué pintar; estás perdiendo el tiempo. Hay que escribir ya, pintar ya, actuar ya. No hay tiempo que perder.

Viendo en retrospectiva me doy cuenta de que esta ha sido una vida dedicada al arte. He trabajado en una fábrica por más de cuarenta años, pero como dijo un amigo en un artículo: “cómo se gana la vida no tiene nada que ver con quién es ni con su arte.” (Anastasia Ruvalcaba.) No he sido seguidor de nadie, no me he doblegado ante los subsidios privados o gubernamentales, ni tampoco me importa si mi obra es aceptada o no, la independencia artística y ética es importante para definir quién soy.

Llevo toda una vida escribiendo y presentando mi obra en el escenario; nunca he tenido la necesidad de publicar. Ahora casi toda mi obra está lista para su publicación en un futuro, quizá cuando yo ya no esté. De la misma manera, miles de fotografías y dibujos están siendo archivados y documentados.

La documentación y archivo de la obra artística es algo que por lo general se nos olvida hasta que ya es demasiado tarde. Es importante documentar, archivar, guardar y proteger la creación. La memoria falla y nos vamos olvidando, poco a poco, de dónde escribimos un poema o dónde hicimos un dibujo y es, entonces cuando una pequeña nota al dorso nos permite recordar fechas, lugares y sentimientos.

Crear arte sin miedo, sin importar lo que los demás piensen y a veces lo que nosotros mismos pensamos. Educarse en los materiales y su uso para la expresión. Ver el pasado, controlar el material para poder perder el control del mismo.
Vivir…

Miguel López Lemus
Febrero 13 de 2017, Chicago.






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