Sunday, December 15, 2024

Lucha Corpi en breve plática con Xánath Caraza

Lucha Corpi en breve plática con Xánath Caraza

 

LC:   Xánath, eres autora de varias colecciones de poesía. Acaba de salir al público tu excelente nueva colección Donde la luz es violeta [2016], la cual es en varios aspectos muy diferente a tus otras colecciones. Me intriga saber


1)    ¿Cuáles fueron las razones o circunstancias que te llevaron a una estancia de casi tres meses en la ciudad de Venecia en Italia?

 

Xanath Caraza

XC: Tuve la fortuna de pasar el verano de 2015 en Italia, principalmente en Venecia y en la isla de Murano.  Agradezco la invitación al Festival Internacional de Venecia La palabra en el mundo, la palabra como acción de paz y, así mismo, la participación en el Festival de Virgilio en Mantúa, Lombardía.  Tuve la gran oportunidad de presentar mi poemario Sílabas de viento / Syllables of Wind en el Instituto Cervantes de Roma y de asistir en Salerno a 100 Thousand Poets for Change World Conference.  No menos agradecida estoy por las presentaciones con Proyecto Siete Lunas de Venecia donde he sido editora invitada.


Fue un verano caluroso y amable pero sobre todo me sorprendí gratamente cómo recibieron mi poesía en Italia. Lo pude observar al terminar las presentaciones en los festivales y por las oportunidades que se me fueron ofreciendo, como la traducción al italiano de mi poemario Sílabas de viento / Le sillabe del vento por Zingonia Zingone que será publicado por Gilgamesh Edizioni en junio de 2017 en una versión bilingüe, español e italiano. Me hicieron dos grabaciones de voz, una por parte de la Universidad de Ca’Foscari en Venecia, hecha por el Dr. Mistrorigo del departamento de Filosofía y Bienes Culturales. El otro proyecto de archivo de voz se llama Blind Spot, también de Venecia, creación de Debra Werblud, en el cual participamos poetas de diferentes países enfocados en lo social.  Me siento honrada por la invitación, se los agradezco mucho, de todo corazón.

 


2)    ¿De qué manera influyeron esas circunstancias tu producción poética en cuanto a Donde la luz es violeta?

 


XC:  No me di cuenta qué tan benéfico había sido el viaje en Italia hasta que regresé a los Estados Unidos y empecé a procesarlo. Siento como si se me hubiera quitado un peso de encima porque conviví con muchos poetas y, por otro lado, leí muchísima poesía italiana en italiano. Para mí fue un reto porque yo quería leer en italiano, adentrarme en la poesía y eso me reconectó con cosas que yo hacía pero que las tenía relegadas. Creo que el viaje me reabrió canales que tenía casi olvidados; por otro lado, me limpió de una parte de 2014- 2015 que fue tan difícil para mí.

 

La seguridad en Venecia me sorprendió gratamente. Entrada la noche y sola salía de la casa de algunos amigos poetas, caminaba hasta Fondamente Nove a tomar mi vaporetto, atravesaba la laguna para llegar a Murano y caminaba sin ningún problema. Esa libertad la agradecí y sigo agradeciendo. Se lo he dicho a varios amigos para que entiendan la felicidad que me daba poder caminar sola en el laberinto que es Venecia a media noche. ¡Eso fue maravilloso! Ese sentimiento de seguridad, esa sensación de que nadie me iba a tocar y de que estuve ahí para escribir fue un regalo. Yo fui a Venecia para escribir, para aprender lo que estaban haciendo otros poetas y para leer poesía italiana.

 

Aunque tuve la fortuna de haber ido a Italia a varios festivales de poesía, reitero, también fui para escribir.  Escribí, entre otras cosas Donde la luz es violeta.  Haber escrito este poemario ha sido como quitarme un peso de encima. Comencé a escribir desde el primer día que llegué y el último poema lo escribí subida en el avión.  Hay en este poemario noventa y cinco poemas en total.

 


LC:   Hace muchos años, el poeta Gary Soto me hizo una observación en cuanto a mi manera de pensar al organizar un poemario. En ese momento, tenía yo como sesenta diversos poemas y sus traducciones y me ocupaba en buscar la mejor manera de organizarlos orgánicamente en una colección.   –Escribe poemas con la idea de que van a ser parte de un tema, de un libro. Piensa en términos de libros –me sugirió Gary.  Esto no tenía sentido para mí en ese tiempo. Perseguía las obsesiones de la conciencia, de los sentidos, o del corazón y obedecía a los duendes cuando llegaban a pellizcar. Hasta la fecha, en esa onda puedo escribir obsesivamente sobre un tema unificador. Pero eso no quiere decir que todos esos poemas estén bien logrados o sean de mayor importancia. En ese caso escojo los mejores, los cuales van a ser parte de una colección en algún momento. Los que quedan van ya sea al “baúl negro” a esperar que haya en mi lo que necesitan, o bien arden en la chimenea.

 

Díme, Xánath, en general

 

3)    ¿Hay método en tu locura? ¿Escribes diariamente lo que se te ocurre y sigues esa veta día a día a donde te lleve?  O, ¿Dejas que lleguen los duendes y te den pellizcos en el corazón o la conciencia para empezar? 

 


XC:  Mi locura es diaria.  Escribo todos los días.  En casos específicos, como en Donde la luz es violeta, dejo que el tema de los poemas sea diferente; siendo el viaje mismo, el proceso creativo y la secuencia cronológica de los poemas el hilo conductor.  En otros poemarios me enfoco en un tema, como en mi próximo poemario, Lágrima roja (Editorial Nazarí, 2017).  Lágrima roja es un poemario de brillo oscuro pero necesario ya que se enfoca en una preocupación personal, la grave situación que viven las mujeres en México, las desparecidas, mutilas, muertas, violadas.  Es un documento lírico sobre los feminicidios, solidario y doloroso.

 


LC: Escribes poesía y cuento en su mayoría en español y en náhuatl, ambos propios de la cultura mexicana en su diversidad lingüística.  Sandra Kingery los traduce diestramente al inglés, aunque tú manejas el inglés muy bien, y se nota, de hecho, que posiblemente lo hablas desde pequeña. Así, dime

 

4)    ¿Has escrito poesía o cuento en inglés también? ¿Por qué sí o no?

 

XC:  Hace tiempo decidí escribir de manera creativa en español y después traducir mi trabajo o que alguien más lo hiciera.  Si escribo un ensayo, artículo o columna, muchas veces lo hago directamente en inglés.  Para mi escritura creativa, por elección propia, lo hago en español, lo edito y después, en la mayor parte de los casos, Sandra Kingery hace las traducciones.  Me siento muy a gusto trabajando con ella.

 

Tengo algunos poemas escritos directamente en inglés, como “Kansas City” de mi poemario Ocelocíhuatl (Mouthfeel Press, 2015).  Tengo un microrrelato, “Cuando pasa la iguana”, que escribí en español, lo traduje a inglés; luego el editor de una revista donde lo publiqué, quien no leía español, me pidió correcciones, lo hice directamente en inglés y después corregí la versión en español.  Sinceramente, no estoy segura si eso significa que su versión original fue en español.  Quiero seguir pensando que escribo de manera creativa en español.

 


Susurros en la atmósfera

 

Polvo de oro cubre el agua

de Venecia esta mañana.

Las gaviotas no se han

fijado en mí.

 

Hace frío en esta barca

a la deriva.

 

El viento salvaje de la laguna

corre por doquier,

alborota mi pelo negro.

 

Voy en busca de Marco Polo, su fantasma.

 

Los ecos de sus pasos encerrados

en este áureo sendero me llaman.

Los caracteres negros de Il Milione

enclaustrados en las páginas.

 

Milenaria memoria frente a mí,

los dedos crecen. 

 

Nadie sabe que soy coleccionista

de palabras, de susurros en la atmósfera,

de sonidos acuáticos, de pasiones contenidas

en caracolas y bivalvos

de estas mezcladas aguas de Venecia,

de los secretos más íntimos, de besos robados.

 

Soy poeta en esta barca a la deriva:

la nave de los locos, quiero pensar.

Prisionera de Cronos en este dorado laberinto de agua. 

 

Oro líquido es el agua de Venecia esta mañana.

Ulula, viento mi canto, llévalo al fondo del mar

junto con mis lágrimas.

 

Esta entrevista fue originalmente publicada en Somos en escrito en 2016.

 

 

 

 

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