Entrevista a Gislain Arnaud Essome Lele
por Xánath Caraza
1. ¿Quién es Gislain Arnaud Essome Lele?
Soy
docente de español, investigador y poeta en cierne, apasionado por la lectura,
la escritura y todo lo que es artístico en general. Nací en un pequeño pueblo
perdido la región del litoral de Camerún, donde no hay ni luz eléctrica ni
carretera. El pueblo se llama Ndotto Kwakwack. Hice la mayor parte de mi secundaria
allá, cerca de mi abuela NGON Thérèse. Terminé mi secundaria en el “Collège Bilingüe
de Saint Herbert de Souza” en 2011 y, el mismo año, me integré a la prestigiosa
Escuela Normal Superior de la Universidad de Maroua en el Extremo-Norte de Camerún.
Después de cinco años de formación en la docencia del español como lengua
extranjera, obtuve un máster en estudios lingüísticos sobre la sociolingüística
un año más tarde. Hoy, estoy terminando mi tesis doctoral en régimen de co-tutela
internacional. Mis trabajos versan sobre la semiótica textual e iconográfica.
2. ¿Quiénes te
acercan a la lectura?
Mis
primeros y verdaderos maestros en la literatura son los cantantes urbanos: Rap,
Rnb, HipHop. No tengo una preferencia cuando leo. Lo leo todo. Todo texto tiene
un sentido y una riqueza.
3. ¿Cómo comienza el
quehacer literario para ti?
Mi
afán por la cosa artística en general es natural. Empiezo a escribir cantando e
imitando a ciertos músicos como Valsero, Singuila, Kendji Girac, Soprano, Kery
James, Sefyu, etc. Pero, mucho más Valsero y Kery james. Estos artistas me
inspiraron mucho y siguen inspirándome. La profundidad de sus textos, las
melodías de sus rimas y su combate contra la injusticia social merecen interés.
Son mi Don Quijote que lucha contra las discriminaciones. Pues, empiezo a
interpretar sus canciones y a comportarme como un poeta porque la música urbana
es la poesía en todo su sentido. Escribiendo mis propios textos, mi imaginación
empezó a crecer de ahí, empecé a redactar relatos cortos y poemas. Durante mi
estancia en la escuela normal superior, intensifiqué la redacción. Hasta hoy,
las músicas que más escucho son las de Kery James y Valsero. Cuando me pongo a
escribir un poema, a veces lo hago escuchando a estos cantantes en fondo musical.
Sus combates me inspiran. Razón por la que, la gente me llama “le poète du
désespoir” (el poeta de la desesperanza). Pienso que se debe escribir para
luchar contra las injusticias que destruyen la sociedad.
4. ¿Cuál piensas que
es tu papel como poeta?
Mi
papel como poeta es contribuir en dar esperanza a los que la pierden o jamás la
han tenido. A los desfavorecidos, a los pobres, mis poemas los acompañan en su
cotidiano. Así, no se sienten ignorados porque a través de mis versos, les digo
que estoy con ellos. Soy un reaccionario, un poeta comprometido. Con el
poemario Fronteras, balas y lágrimas.
Poemario por la paz, la libertad y a posteridad que acabo de escribir con otros
colegas, la meta no es otra que servir de testiguo para la situación que conoce
nuestro país y sus ciudadanos. Es una reacción contra la barbarie, la guerra,
el terrorismo, los asesinatos.
5. ¿En qué proyectos
estás trabajando ahora?
Como
proyectos, estoy creando una revista multilingüe artística y cultural para
mejor difundir lo artístico. El primer número de esta revista está por salir.
También
he iniciado otro poemario colectivo bilingüe (francés-inglés) cuyo título es Kosovo y una obra colectiva sobre la glotodidáctica:
“Enseñanza del español en Camerún y manuales didácticos: desafíos, paradigmas e
ideologías”
6. ¿Qué consejos
tienes para otros poetas que comienzan?
Deben
escribir su sociedad y describir su tiempo. Leer mucho, escuchar la música, cultivarse
pero, sobre todo, escribir, escribir y escribir. Ejercerse mucho y participar
en competencias de poetas; como se suele decir “machacando se aprende el
oficio”.
7. ¿Hay algo más que
quisieras compartir?
Quisiera
compartir con sus lectores algunos poemas míos que pueden encontrar en el
poemario Fronteras, balas y lágrimas.
Poemario por la paz, la libertad y a posteridad
El
primero, “La rueda de la Fortuna”,
es una especie de cuestionamiento que hago sobre la vida del ser humano que
contextualizo con la situación de Camerún. La Fortuna es un símbolo de la
mitología griega emblematizado por Alciato en el siglo XVI y se representa con
una especie de rueda que gira eternamente. Simboliza las variaciones de la vida
del ser humano. Pues, desde los tiempos tenebristas de la colonización, Camerún
conoce una sucesión de malas fortunas que sólo se difuminan cuando aparece la
luz del día pero que, desgraciadamente desaparece…
Años coloniales, años setenta,
días actuales, años noventa,
los altos y los bajos se suceden.
Mala fortuna, buena fortuna, eternamente, la rueda corre.
A veces, su movimiento levanta borrascas,
a veces, acogedor y sosiego, el mar parece.
Parecer, es la palabra
porque entre ser y parecer, la rueda corre.
¿Por qué tanta inestabilidad?
La noche, el día,
la oscuridad, la luz, el claroscuro;
El viento, la calma, la lluvia, el sol, la paz, la
guerra.
Ayer, hoy, mañana, la rueda sigue su camino.
Si paz, no hay, guerra, la hay.
Variabilidad de la naturaleza, inconstancia de la vida,
¡Qué cambiante, es el tiempo!
Volaron, aquellos días de quietud y de bonanza.
La paloma voló por el cielo hacia horizontes perdidos.
Nos dejó en el furor de la tempestad.
Hoy, parece que la rueda paró su movimiento.
Llantos y gritos son la melodía
que acompañan los cantos de los buitres.
En el cielo claroscuro velan millares de rapaces.
En la tierra hostil, viven bárbaros salvajes;
Matan lo que no comen, para el bien de los carroñeros.
Los buitres festejan con la carne humana no ahumada;
Carne fresca con impactos de balas, balas de humanos;
Carne sangrienta de cuerpos inertes de niños y madres.
¡Cuán desalmado es el ser humano!
¡Cuán inhumano es el humano!
Y, el tiempo para, la noche pervive.
Si la rueda gira, la inquietud se instala.
Los aquellos sosiegos se sueñan,
la memoria del ayer se atrapa entre los clavos del ahora.
Si la guerra nace, la noche permanece;
Los aquellos brillos del sol se sueñan,
la nostalgia de sus rayos vivos se esconde en su
oscuridad,
y, las lágrimas derramadas se desvanecen sin que nadie
los vea.
¿Y, si la rueda girase de nuevo?
¿Y, si el sol apareciese de nuevo?
El
segundo poema que quisiera compartir se titula “Silencio eterno”. En estos versos, describo el filme del asesinato
de nuestro colega Olivier Wountaï en Bamenda. No le conocí personalmente pero,
su muerte me impactó. Para mí, la vida es un peregrinaje y, su peregrinaje se
terminó aquel día…perdió su voz para siempre, un permanente callar. Le
dedicamos este poemario.
Paseando por las aldeas de las calles quietas de Bamenda,
camisa blanca, sonrisa larga,
no sabía que el tiempo venía para pararse
y que, las agujas del reloj de la fortuna cambiarían de dirección.
Tres hombres desconocidos le raptaron,
le llevaron en la escuela.
Ignoraba la razón de tal ocasión.
El mancebo, con una sonrisa sin par, pero
mojada por las lágrimas de desesperanza,
sin que se lo
pidiese,
echó las rodillas en el suelo, levantó los ojos,
en el cielo, aunque no lo viera,
alzó la voz por
dentro y se dirigió al Santísimo,
su última
voluntad.
Dijo:
¡Oh Padre de todos los padres, Padre de los cielos y las
tierras!
No sé la razón de mi probable permanente callar;
Toma mi alma antes que mis verdugos lo roben.
Al atardecer de este vano respirar,
perdona mis miles pecados.
Tómame la vida, Padre triunfante…
Bajó los ojos bañados de lágrimas tropicales,
se hundió la cabeza, la barbilla reposó en su pecho;
Dentro de su alma andaba
melancolía,
esperaba la sentencia del eterno condeno.
Con un golpe furioso, se le quitaron la vida.
La mortal bala le atravesó el cuerpo parte a parte,
Wountaï se ahogó en su caliente sangre,
perdió la voz para
siempre.
Con la saeta de plomo, le partieron la cabeza,
lo echaron en la calle, sepultura pública,
signo de laurel. ¡Infama victoria!
En aquella escuela se daba la esperanza,
allí se le arrebataron la esperanza.
La escuela, templo del saber, se volvió en yugo insano de
barbarie,
con paredes hechas de huesos y pintadas de sangre
negrita.
La escuela era una cueva funesta, un abismo mortífero.
El cielo se oscureció, sopló un haz de vientos contrarios;
Un rayo luminoso
traspasó la tormenta y le llevó el alma.
El permanente callar,
el vano respirar.
¿Y, si existiese la justicia divina?
Aquí se termina la peregrinación.
Para terminar, mi poema “La concordia” canta la melodía de la paz. Sueño con un continente,
un país en el que la gente pueda sentir esperanza. Una sociedad que acepta la diferencia;
para mí, “es posible”. Podemos cambiar las cosas si ponemos el ser humano en el
centro de nuestras preocupaciones.
Mi himno por la paz
Mi copla por la libertad
Mi balada por la posteridad.
Ayer era tímido, mañana una posibilidad de vivir.
Sueño con mi tierra donde la gente viva en paz.
Un mundo sin guerras,
Una vida sin penas,
Otra madrugada sin ira y,
Posible atardecer sin disensiones.
Mi himno por la paz
Mi copla por la libertad
Mi balada por la posteridad.
La primavera, el otoño, aquellos tiempos;
El amor, el convivir, nuevas auras.
África regenerada, Camerún optimista,
Una era nueva, nuevos horizontes.
Mi himno por la paz
Mi copla por la libertad
Mi balada por la posteridad
Te ofrezco este poema, te ofrezco mis emociones
Te ofrezco mi corazón, te ofrezco mi canto
Canta conmigo, la mano sobre el corazón,
Que es posible, vivir en paz.
La esperanza, el sueño,
Vidas prósperas, porvenir sin adversidad
África sin armas, Camerún sin balas
Tierras sin lágrimas,
Mi villancico por la paz, la libertad y la posteridad.
Fantástico...
ReplyDeleteInteresante,Bien,caballero, ¡¡Adelante!!
ReplyDeleteGracias a la autora Xánath por la entrevista.
ReplyDeleteGislain Lele
🙏🙏🙏🙏
Interesantísimo colega. Ánimo
ReplyDeleteExistir es lo que buscamos. Y la mejor manera de hacerlo, es expresar lo que se siente. Sea por escrito o cantando. ¡Adelante hombre !
ReplyDelete¡Que la poesía nos salve!
ReplyDelete¡El poeta comprometido, el cantante oculto y el investigador decidido! Adelante amigo mío!
ReplyDelete¡Super!
ReplyDeleteUna expresión de inteligencia...
Caminante, son tus huellas el camino. Adelante...
ReplyDeleteEnhorabuena gran colega!
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