Bendíceme, Última es uno de los grandes clásicos de la
literatura chicana que a lo largo de estas últimas cuatro décadas ha logrado
rebasar fronteras de todo tipo: lingüísticas, nacionales, de herencia y de
género literario.
Dicho logro no resulta sorprendente, no solo por la calidad
literaria del texto, el lirismo de su prosa y su innovación estilística al
invocar elementos míticos y ancestrales. Gran parte de su éxito puede atribuírsele a que la trama misma se
sitúe en un ambiente más allá de la frontera:
"Mi padre habia sido vaquero toda su vida, oficio tan
antiguo como la llegada de los españoles a Nuevo México. Aún después de que los
rancheros y los texanos llegaran y cercaran las tierras del hermoso llano, él y
los demás que eran como él siguieron trabajando allí, quizá porque sentían
la libertad que sus almas necesitaban en esa gran expansión de
tierra..."
La novela trata temas universales como la pérdida de la
inocencia, la fe, la educación y el enraízamiento, lo cual justifica su
popularidad actual. Sin embargo,
su enfoque en la relación perdida con la naturaleza y con la sabiduría
ancestral es probablemente lo que más vigencia le ha ganado en años recientes.
El texto sigue cobrando auge entre lectores jóvenes, mediante lecturas escolares y comunitarias, en formato impreso, digital o de audiolibro, tanto en inglés como en español. Hace
poco se estrenó como obra de teatro por el Teatro Visión de San José. Aunque el montaje se
hizo en inglés, es evidente que al equipo de producción y elenco le interesaba
incluir al público hispanohablante ya que se utilizaron títulos en pantalla en
español durante la obra.
Aquí pueden escuchar a miembros del reparto de la obra
platicar sobre "Bendíceme, Última" al igual que
unas palabras de la directora de la obra, Elisa Marina Alvarado.
Seleccionado como texto esencial de la campaña "The Big Read" del Fondo Nacional para las Artes, a la versión en español se le ha reconocido el rol de fomentar una comunidad de lectores a lo largo del país. A continuación les incluyo la introducción de la "Guía del Lector" que se incluyó con los materiales de dicha campaña en la que figura prominentemente este clásico americano:
Un verano antes de que Antonio Juan Márez y Luna cumpliera
siete años, una señora mayor llega a vivir con su familia en Guadalupe, Nuevo
México. Esta mujer, a quien llaman La Grande o Última, es una curandera, una
sanadora tradicional temida por muchos y misteriosa para todos. Con su
conocimiento de las plantas medicinales y su adoración por el llano, usa su magia
para ayudar a la comunidad.
Como fue su partera, Última tiene una conexión especial con
Antonio. A medida que ella le enseña cosas, la relación entre los dos se hace
cada vez más profunda. Antonio es testigo de varios eventos trágicos que
alteran profundamente el entendimiento de su historia y su futuro. Después del
asesinato de Lupito, un soldado que ha regresado recientemente de la Segunda
Guerra Mundial, Antonio empieza a tomar en serio el pecado, la muerte y la vida
después de la muerte.
Entre los muchos conflictos que Antonio intenta resolver, el
más importante es la tensión entre sus padres. María Luna Márez, una católica
devota, hija de granjeros, quiere desesperadamente que Antonio sea sacerdote.
Pero su padre, Gabriel Márez, es un ex vaquero, o cowboy, cuyo espíritu errante
no ha cambiado a pesar de su matrimonio y sus seis hijos. El mayor sueño de
Gabriel no se ha hecho realidad: mudarse con su familia al área de los viñedos
de California.
Los sueños de Antonio a menudo presagian el futuro e incluyen
a sus tres hermanos mayores, recién desmovilizados de la Segunda Guerra
Mundial. Esto sueños surrealistas también reflejan sus dudas existenciales:
¿Por qué existe el mal en el mundo? ¿Por qué parece que a veces Dios castiga a
los buenos? ¿Donde iré después de la muerte? ¿Cómo puedo saber la verdad?
Creyendo que su Primera Comunión respondería a estas preguntas, Antonio estudia
su catecismo y demuestra ser un buen estudiante. A lo largo de sus sueños y sus
retos, incluyendo una paliza que le propinan sus compañeros de escuela, la
muerte de un amigo cercano y la excentricidad de sus hermanos, Última y su búho
son una presencia vigilante y benévola.
Bendíceme, Última es una novela sobre la pérdida de
inocencia de un muchacho y su camino hacia la madurez. Pero también trata los
temas de la tradición y la educación, de la fe y la duda, y del bien y el mal.
Y si Antonio no encuentra una verdad absoluta en su búsqueda, llega a creer con
su padre que “a veces toma toda una vida para adquirir la comprensión, el
entendimiento, porque al final la comprensión significa sencillamente sentir
amor por la gente”.
(Para la "Guía de discusión" e información adicional sobre el texto y su contexto histórico, pulse aquí.)
Entre sus textos recientes, se destaca La Llorona publicado el año pasado en edición bilingüe. El texto comparte particularidades temáticas y estilísticas con Bendíceme, Última pero está dedicado a lectores jóvenes.
Editada por la editorial de la Universidad de Nuevo México, esta nueva versión expresa un mensaje importante sobre la mortalidad en un lenguaje poético y accesible a los más chicos.
La traducción al español estuvo a cargo del maestro y cuentista Enrique Lamadrid y fue ilustrado por Amy Córdova. Este equipo de colaboradores tiene una larga trayectoria en las letras y la cultura hispana de Nuevo México, lo cual le brinda a esta nueva edición la validación de un ilustre abolengo literario.
Entre sus textos recientes, se destaca La Llorona publicado el año pasado en edición bilingüe. El texto comparte particularidades temáticas y estilísticas con Bendíceme, Última pero está dedicado a lectores jóvenes.
Editada por la editorial de la Universidad de Nuevo México, esta nueva versión expresa un mensaje importante sobre la mortalidad en un lenguaje poético y accesible a los más chicos.
La traducción al español estuvo a cargo del maestro y cuentista Enrique Lamadrid y fue ilustrado por Amy Córdova. Este equipo de colaboradores tiene una larga trayectoria en las letras y la cultura hispana de Nuevo México, lo cual le brinda a esta nueva edición la validación de un ilustre abolengo literario.
El relato se inicia en el esplendor del México antiguo
en aqulla era mítica cuando los dioses habitaban la cima del volcán y cuidaban
a su pueblo desde lo alto. Era el día de la Fiesta del Sol cuando, para el asombro de
todos, nace una niña con un lunar en el hombro en la forma de un sol radiante. Al ver la marca especial, el sacerdote mayor reconoce a la
pequeña criatura como una de las hijas del Sol y anuncia que, como
consecuencia, nunca moriría.
Maya, quien así se llamaba, crece amada por todos, dioses y
mortales, con la única excepción del Señor Tiempo, ya que sabía que la joven no
le pertenecía por haber nacido inmortal. El sacerdote mayor les advierte a los padres de Maya que el
Señor Tiempo está decidido a terminar con la estirpe inmortal de su hija
llevándose a cada uno de los hijos que engendre. Temorosos por su hija, los padres se la llevan a vivir a la
selva a la orilla de una laguna a lo alto del volcán. Allí crecería la joven rodeada de plantas y animales pero
sin la compañía de otro ser humano. Un día, al sentirse sola, Maya le habla a la Señora Tecolota
sobre su tristeza y esta le dice que es hora de que tenga hijos que la
acompañen.
Anaya cuenta esta parte de la historia en un lenguaje
poético, lleno de imágenes míticas que resonarán con grandes y chicos. La sabia Tecolota le dice a Maya que forme una vasija de
barro y la lene con tierra fértil. En ella, un joven, también animado por la Señora Tecolota,
deposita semillitas de las cuales nacerá un bebé.
Así nacieron sus bebés, cada uno en su vasija colorida, de
semillas de maíz, frijoles, chile, calabacitas, mangos, paparas, limones y
naranjas.Sus hijos estarían a salvo siempre y cuando las vasijas
donde nacieron estuvieran protegidas. Crecieron los bebés y juntos a su madre cultivaban la tierra
y tejían canastas de colores brillantes. Pero el Señor Tiempo continuaba enfocado en su venganza y
eventualmente encuentra a la joven madre y la engaña arrebatándoles sus hijos
para siempre. De este modo explica Anaya el llanto eterno de La Llorona que
desde hace miles de años espanta a madres e hijos con sus gritos y sollozos.
El cuento aborda temas universales como la muerte y el
duelo, y la transformación de la materia. Las ilustraciones de Córdova complementan la historia a la
perfección y de cierto modo equilibran la tristeza final del relato. Sazonada con un indiscutible sabor nuevomexicano,esta nueva
edición se destaca entre las muchas variaciones del popular mito hispano.
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